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ter Hürne spendet die Fußböden für den Bau eines Krankenhauses in Ghana

¡Un viaje de 1000 millas comienza con un primer paso!

Con el deseo de convertirse en un buen médico, el Dr. Samuel Okae inició sus estudios de Medicina en el Hospital Universitario Charité de Berlín en el año 2002. Cuatro años más tarde, regresó a Ghana gracias a una beca del DAAD (Servicio Alemán de Intercambios Académicos) en el marco de un proyecto contra la malaria.

«Todavía siguen muriendo en Ghana muchas mujeres y niños durante el parto, y la esperanza de vida es de tan solo 63 años debido a que la asistencia médica es insuficiente. Principalmente los niños menores de cinco años mueren a causa de enfermedades que no deberían provocar forzosamente la muerte (sobre todo por la malaria) si se tuviera acceso a una asistencia médica suficiente. Esta comparación directa entre ambos países me ha permitido tomar conciencia del nivel insuficiente de asistencia médica existente en mi país de origen», afirma este padre de cinco hijos. Las impresiones obtenidas en Ghana desencadenaron su decisión de contribuir a mejorar la situación en su país natal.


El Dr. Okae se propuso construir un hospital modélico en las afueras de Acra, la capital de Ghana. Para cumplir su sueño, comenzó a ahorrar dinero. «Mi piso en la residencia de estudiantes era bastante económico, y las fiestas no me llamaron nunca la atención», afirma sonriendo.

En el año 2010 llegó el momento. Compró un terreno en una zona suburbana de Acra y comenzó a construir el hospital en el año 2011. Desde entonces, han sucedido muchas cosas. Este médico de 39 años trabaja como especialista en cirugía traumática y ortopedia como ocupación principal en el Klinikum Dortmund. Por ello, el Dr. Okae organiza la mayor parte del trabajo desde Dortmund y envía regularmente contenedores marítimos con material de construcción y mobiliario a su país de origen.


Junto a su pequeño equipo, tuvo la posibilidad de desmontar, p. ej., ventanas, puertas, pasamanos y un grupo electrógeno de emergencia en clínicas alemanas y enviar este material a Ghana en contenedores marítimos. Así es como consiguió las primeras contribuciones. No obstante, también ha recibido donaciones médicas materiales, como instrumentos médicos y tecnología médica, por parte de compañeros generosos.

Visita a las instalaciones de ter Hürne para seleccionar el pavimento para el hospital. ter Hürne dona más de 600 metros cuadrados de pavimento saludable para vivir más accesorios para las áreas médicas del hospital. En la imagen (de izquierda a derecha) Bernhard ter Hürne, el Dr. Samuel Okae, Petra y Hans-Georg Griewel de la Asociación de Apoyo para el Hospital de Ghana.
Su amigo e ingeniero el Eric Ofosu Antwi se encarga de la supervisión de las obras en Ghana. Desde principios de 2020, la persona responsable de la coordinación y la gestión del proyecto es Marco Päffgen-Schmidt. La hermana del Dr. Okae también se dedica a supervisar la obra.

Sin embargo, el Dr. Okae prefiere poder supervisarlo todo en primera persona. Casi todas las tardes celebran una reunión por videoconferencia para hablar de la obra y, como mínimo, una vez al año viaja a Ghana para involucrarse y promover la obra. En los últimos años, el Dr. Okae ha invertido ya en su proyecto cerca de 400 000 € de su propio bolsillo. Para ahorrar dicha cuantía, ha estado trabajando paralelamente, entre otros, en el servicio de emergencias durante muchos días y muchas noches.

El objetivo del proyecto es que en el nuevo hospital de Ghana trabajen hasta 100 empleados (médicos, enfermeros y cuidadores) que proporcionen asistencia sanitaria a las personas. Sin embargo, en Ghana no solo hacen falta camas de hospital y aparatos, sino también personal especializado, por lo que el Dr. Okae pretende regresar a Ghana con su familia una vez que el hospital esté en funcionamiento. «Soy consciente de que nos queda un largo camino por recorrer hasta lograr nuestro objetivo. Pero un viaje de 1000 millas comienza con un primer paso», afirma este padre de cinco hijos con toda confianza y cita el proverbio del filósofo chino Lao-Tse.

Lo particular de este hospital de Ghana será que los niños menores de cinco años y sus padres que no puedan permitirse un tratamiento médico recibirán asistencia sanitaria gratuita.


Después de un periodo de construcción de 9 años (sustentado únicamente por la iniciativa privada), las obras en las proximidades de Acra, capital de Ghana, han progresado considerablemente. En la imagen se aprecia el estado de las obras en verano de 2020
Carga a mano de los contenedores: embarque inmediato de los pavimentos de ter Hürne hacia Acra (Ghana). Solo el transporte cuesta 12 000 € por contenedor.

«Los niños hasta esa edad son especialmente propensos a sufrir enfermedades infecciosas, ya que su sistema inmunitario todavía no ha madurado. Por ello, muchos niños en Ghana mueren de malaria, la principal causa de fallecimiento en el país. Esto es lo que pretendo evitar en el futuro con el principio de la medicina solidaria», así explica el Dr. Okae su misión. El hospital posee una superficie de aprox. 3450 metros cuadrados y podrá albergar cerca de 130 camas.


«Nos enteramos del proyecto "Un hospital solidario para Ghana" de oídas, un empleado del Departamento de Gestión lo comentó. En nuestra opinión, se trata de un proyecto extraordinario que despertó nuestro interés de inmediato. La combinación de iniciativa propia, valor, espíritu empresarial, solidaridad y utilidad a largo plazo unidos al compromiso personal del Dr. Okae nos impresionó. Se trata de los mismos valores que nos impulsan dentro de nuestra empresa. Y el hecho de que el Dr. Okae y su familia vayan a gestionar personalmente el proyecto desde allí garantiza también la utilidad a largo plazo para las personas necesitadas de forma directa y duradera», afirma Bernhard ter Hürne.

«Nos sentimos orgullosos de haber podido convencer también a algunos de nuestros proveedores para que contribuyan en el proyecto. Hemos informado directamente a nuestros socios sobre las necesidades pendientes del proyecto, con buenos resultados», añade el empresario. De este modo, la empresa Sondro de Drolshagen (Alemania) ha aportado más de 1.000 metros lineales de perfiles angulares de aluminio para la protección de las esquinas de las paredes del hospital, y la empresa SIKA/Schönox, ubicada en la ciudad alemana de Rosendahl, ha donado el pegamento necesario para el pavimento de ter Hürne.


«Y seguiremos trabajando e intentando convencer a más socios para que participen en este proyecto», afirma sonriendo Bernhard ter Hürne al finalizar. Las superficies de trabajo para los laboratorios, las puertas y los revestimientos murales lavables siguen estando en la «lista de cosas pendientes». «Mi padre solía decir: nosotros solos no podemos salvar el mundo, pero no hacer nada por ese motivo es realmente demasiado poco. La ayuda prestada llega de forma directa y eficaz. Y todavía necesitamos muchas cosas más».


En la página web www.Krankenhaus-Ghana.com encontrarás más información sobre este proyecto (en alemán e inglés). Puedes enviar tus donaciones a la asociación HILFE FÜR KRANKENHAUSBAU UND NOTHILFE IN GHANA e.V. a través del Commerzbank indicando el siguiente IBAN: DE41440400370322221300